Se va desgarrando la piel de mi cuerpo,
llagas de hace tiempo,
heridas profundas que llegan más allá,
llegan hasta el alma
y son más difíciles de curar.
poco a poco me voy destrozando,
me voy desgarrando.
Me vuelvo presa en mi propio deshecho,
me vuelvo loca,
en pedazos vuelo lejos.
mar de mi sangre derramada
por mi lento y constante resquebrajamiento.
Respiro y vivo.
Suspiro y muero.
lo sabes, sólo es cuestión de tiempo.
Verás mis huesos, verás mi alma,
y pronto se irá mi memoria.
Soy como un cristal fácil de romper,
me he quebrado y no hay nada que hacer.
no siento nada,
El dolor ya es mi íntimo amigo,
hasta me complace,
se vuelve mi aliado y me deshace.
Parezco un rompecabezas incompleto,
pedazos de papel color carne están en el piso.
El sufrimiento del alma se tornó corpóreo,
¿o el dolor corpóreo le llegó al alma?
No sé que afirmé primero, dudo, ya no lo sé…
mi corazón razona apasionadamente,
a veces cálido, otras frío,
y yo misma me desgarro a veces
tratando de llegar al fondo de mis sentimientos.
soy masoquista.
Me genero dolor para sacar otro dolor
y es un círculo vicioso,
un callejón sin salida
porque también mi alma se vuelve trizas.
porque la destrucción es parcial.
También se escapa mi conciencia.
Flagelarme para olvidar es mi forma de pecar,
por eso sigo desgarrándome.
2 comentarios:
Damn, suena como si a Jim Morrison lo hubiesen bañado con miel y leche; solo tengo una pequeña recomendación; cuando le das un texto muy largo a una persona, lo primero que piensa es –Ay! Que flojera-; Ok, ese no es siempre mi caso, (a menos que sean cosas burocráticas). Desafortunadamente la mayor parte de la gente no lee mucho; si logras que alguien comience a leer, es probable que deje la lectura por que el texto parece muy largo, o repetitivo; puedes ayudar a que la lectura sea más ágil al utilizar lo menos posible la Y.
con esto no quiero decir que los textos largos sean malos, quiero decir que hay que facilitar al lector la lectura
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