Pareciera que la distancia es la unión
entre una ilusión conocida y una realidad ajena.
Pretendo no mirarte cuando sé que debo hacerlo
y es sólo porque tengo miedo.
"¿A qué?" Créeme, no eres el único que se lo pregunta.
Yo no conozco del todo la respuesta
aunque sé que es un tanto incierta, tal vez ilógica,
un tanto confusa, como yo, como suelo serlo.
Punto y aparte, esa es otra historia…
Ligera, voy volando, lívida,
todo es a raíz de lo mismo, sinónimos uno del otro.
Así somos, ambos temerosos,
temblamos sin saber por qué…
Y se queda todo en suspenso, esperamos.
"¿Qué esperamos?" No sé bien, tal vez algo incierto
o quizás algo seguro y conexo,
pero descubrir que esperamos es como descubrir a que tememos.
entre un mar de caricias y un ventarrón de besos;
no te detienes, no me detengo; no me detienes, no te detengo.
Aún tiemblo, me haces temblar.
Aún tengo miedo, “¿a qué?”, preguntas de nuevo,
eso aún no lo sé, pero lo voy conociendo.
Es un tanto difuso por algún error del pasado,
mas que error se llamaría desbordamiento ingrato,
estupidez pasada que me encaminó hacia la presente madurez.
Somos a veces tan caprichosos, otras tan consecuentes,
pero siempre debemos ser complemento de otros,
otros un tanto disímiles, un tanto compatibles,
pero siempre un tanto que es un poco.
Y 'poco' a veces es nada y otras es suficiente,
unas más es simplemente poco…
¿Qué esperamos? Esperamos la eternidad,
al menos eso creo, la eternidad del instante medido en segundos.
No era tan grande el miedo
pues sé que estarás mucho tiempo junto a mí,
el tiempo que tengas que estar, no menos, no más.
Un segundo, una vida, la eternidad;
esa eternidad que esperamos,
mas no sabemos cuánto puede durar.
El miedo a perderte ya no está,
lo que esperamos llega cuando estamos juntos.
Pareciera que sí,
y que todo tuviera respuesta,
pero ya no hay dudas,
ni miedos, ni espera eterna.
Pero sólo cuando estás junto a mí…
1 comentario:
Lo que escribes tiene muuuuuucha fuerza, me agrada, no se mucho de técnica a la hora de escribir, pero creo que podría ayudar si trato de repetir las clases de redacción que tuve contigo; son ejercicios maravillosos que ayudan a que la lectura se vuelva muy sencilla y contundente. Borges puede ayudar mucho tambien.
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