martes, 11 de noviembre de 2008

Desgarrándome*** (1ª mitad del 2007)


Se va desgarrando la piel de mi cuerpo,
llagas de hace tiempo,
heridas profundas que llegan más allá,
llegan hasta el alma
y son más difíciles de curar.

Y sanar cuesta trabajo,
poco a poco me voy destrozando,
me voy desgarrando.
Me vuelvo presa en mi propio deshecho,
me vuelvo loca,
en pedazos vuelo lejos.

Y llego hasta el mar,
mar de mi sangre derramada
por mi lento y constante resquebrajamiento.
Respiro y vivo.
Suspiro y muero.

Me desgarro lento, muy lento,
lo sabes, sólo es cuestión de tiempo.
Verás mis huesos, verás mi alma,
y pronto se irá mi memoria.
Soy como un cristal fácil de romper,
me he quebrado y no hay nada que hacer.

Me siento demente,
no siento nada,
El dolor ya es mi íntimo amigo,
hasta me complace,
se vuelve mi aliado y me deshace.

Cuento la piel que ya se ha ido.
Parezco un rompecabezas incompleto,
pedazos de papel color carne están en el piso.
El sufrimiento del alma se tornó corpóreo,
¿o el dolor corpóreo le llegó al alma?
No sé que afirmé primero, dudo, ya no lo sé…

Mi cerebro piensa poco,
mi corazón razona apasionadamente,
a veces cálido, otras frío,
y yo misma me desgarro a veces
tratando de llegar al fondo de mis sentimientos.

Y duele, y es masoquista,
soy masoquista.
Me genero dolor para sacar otro dolor
y es un círculo vicioso,
un callejón sin salida
porque también mi alma se vuelve trizas.

Y recuerdo que también lloro
porque la destrucción es parcial.
También se escapa mi conciencia.
Flagelarme para olvidar es mi forma de pecar,
por eso sigo desgarrándome.

2 comentarios:

Antimanuel dijo...

Damn, suena como si a Jim Morrison lo hubiesen bañado con miel y leche; solo tengo una pequeña recomendación; cuando le das un texto muy largo a una persona, lo primero que piensa es –Ay! Que flojera-; Ok, ese no es siempre mi caso, (a menos que sean cosas burocráticas). Desafortunadamente la mayor parte de la gente no lee mucho; si logras que alguien comience a leer, es probable que deje la lectura por que el texto parece muy largo, o repetitivo; puedes ayudar a que la lectura sea más ágil al utilizar lo menos posible la Y.

Antimanuel dijo...

con esto no quiero decir que los textos largos sean malos, quiero decir que hay que facilitar al lector la lectura