jueves, 23 de octubre de 2008

Nunca... y tal vez (sep. 2008)**


Nunca nada tuvo una forma tan definida, ninguna idea, ningún sentimiento, ninguna emoción...
Nunca nada tuvo tanta luz ni se perdió en tanta oscuridad; nunca nada tuvo tanto color (justo como me gusta).
Y si el viento te toca te acordarás de mí, pensarás como es que juego con él y así te envío besos y caricias.
Nunca nada fue tan preciso, tan concreto, tan confuso como ahora. Jamás me sentí tan libre y tan encerrada a la vez. Nunca nada fue tan volátil, a la vez tan terrenal.
Y mientras las libélulas vuelan, un pensamiento te mando en cada una de ellas, en todas las que veas.
Nunca ningún sueño fue tan real, ni la realidad se inmiscuyó tanto en el sueño o fue un sueño como tal.
Nunca me encontré tan perdida, ni tan segura; jamás tan tambaleante, tan igual y tan común.
Y verás la luna y me mirarás a mí, será mi reflejo que aún en la distancia llega a ti.
Nunca me había puesto a pensar tanto sobre algo y a dejarlo pasar tan pronto...
Nunca me había dejado llevar de esta manera ni me había reprimido tanto...
Nunca había escrito algo sobre cosas que no sé del todo, sobre cosas que conozco y que desconosco, sobre tantas cosas que ocurren en mí y que me dividen al mismo tiempo de manera tan incoherente...

1 comentario:

Ro Benítez dijo...

Son palabras que no se pueden describir con otras palabras.
Asi es esto de escribir.
La quiero dos veces mas que arto!
un besoo!